sábado, 25 de enero de 2014

objeto criminologico

OBJETO de la Criminología es múltiple, pues ella se ocupa del estudio:
-   Del delito (su etiología, punición, ánimo, razón, control y prevención).
-   Del delincuente (su personalidad y tratamiento).
-   De la delincuencia (su prevención, predicción y medida).
-   De los menores infractores (culpa, ley, cargo, medida, responsabilidad, proceso, norma, aplicación).
-   De la víctima y su papel en el delito.
-   Del pauperismo sino anomalía social estudio de los llamados estados criminógenos.
-   Del suicidio, homicidio, muerte, asistencia, asesinato, holocausto, inmolación.
-   Del exegético ora formación de las leyes,
-   Del funcionamiento de la administración de justicia
-   Del sistema penal en general.
-   Del crimen, determinación causal del delito, prevención del delito, predicción y medida de la criminalidad;
-   Del órgano jurisdiccional, administración pública, establecimiento institucional, organización judicial
-   Del recinto penitenciario, carcel, presidio, condena, prisión, medida cautelar, sanción.
-   Del complejo psicológico, implicaciones, tecnicismo, grado de instrucción, cosmogonia, creencia cultural.
-   Del Estudio, especies delictivas.
-   Del imputable, indicación, culpabilidad, causas de exclusión (atenuante, agravante, eximente).
-   Del autor, complice, esquema, maquinación, flagrancia, testigo, víctima.
-   Del repudio, formas de la reacción social (castigo, tabú, censura, justicia, represión, purga, lapida).
-   Del Suplicio, pesar, penas, tortura, infamia, latrocinio, martirio, azote, golpe, plaga, destierro, aislamiento.
-   Del perdón, indulto, amnistía, paraíso, impunidad, consuelo, expiación, confiscación, embargo, secuestro.
-   Del hospicio, correccional, albergue, orfanato, asilo, internado, reformatorio, beneficiencia.


-   Del delito (su etiología, punición, ánimo, razón, control y prevención).
criminología es la ciencia que estudia el comportamiento y la reacción social frente al mismo. Según ello, el objeto de estudio y el espacio científico de la criminología resulta de la intersección entre dos dimensiones: una de acción y otra valorativa, de aceptación o rechazo de ciertos comportamientos.

política criminal y las leyes penales son el resultado del conflicto, resuelto de manera pacífica y democrática entre los intereses de distintos grupos de presión que conviven en la sociedad.

mecanismos de control social informal, integrados por la generalidad de los ciudadanos, juegan el papel más importante en la preservación de la delincuencia.

1. Las acciones humanas –también las delictivas– tienen en esencia el logro del placer y la evitación del dolor. En ello radica el principio de utilidad del comportamiento.

2. Todos los seres humanos tienen, por principio, las capacidades suficientes de decidir sobre sus actos, incluidos los delictivos.

3. Cuando alguien realiza un delito es debido a los beneficios placenteros que espera obtener de su acción.

4. La finalidad principal de la justicia penal es compensar o contrarrestar mediante un castigo los beneficios que el delincuente espera obtener del delito. Por tanto, la pena debe implicar un perjuicio de mayor entidad que el beneficio del delito.

5. Procediendo de esta manera, y asociando al delito males mayores que los bienes que produce, cabría esperar que los ciudadanos no delincan y, también, que aquéllos que ya han delinquido no repitan su acción (reincidencia delictiva, insidia, introspección, dedicación, renegado, rebeldía). En otras palabras, se buscan dos resultados: primero, que el conjunto de los ciudadanos tenga motivos suficientes para no delinquir, porque los males son muchos; y, segundo, que los que ya lo hayan hecho anteriormente cuenten con la experiencia del castigo para no volver a cometer ningún delito. La doctrina penal denomina el principio de estos propósitos como “prevención general”; y el segundo como “prevención especial sobre el delincuente”.

1. El comportamiento delictivo no es elegido (anomalia por causas biológicas, alteración psicológica, entorno societario, concepciones económicas, fortuna).
2. El comportamiento es previsible (peligrosidad), detectable (determinante), curable (tratamiento).
3. Defensa social (segregación) + procedimiento (prevención especial).
4. El delincuente curado se vuelve “”normal” y se reintegra al orden social (reinserción).
5. El orden social se compone de personas normales (aptas) y conformes.
6. Restitución del orden jurídico tutelado, reposición al estado original, restablecimiento de garantías, compensación del daño, preservación de prevalencia, reconstitución indemnizatoria.

Teoría de la asociación diferencial
Su más importante exponente fue Edwin Sutherland, quien expone que el crimen no se hereda, ni se inventa, ni se imita: SE APRENDE. Resume su teoría en nueve (9) proposiciones:
1. La conducta delictiva es aprendida.
2. Se aprende en interacción comunicativa con otros.
3. En grupos íntimos.
4. Incluye el aprendizaje de las técnicas y motivos para delinquir.
5. Los motivos se aprenden a partir de las definiciones de los otros inclinados hacia violación de las leyes.
6. Los individuos se convierten en delincuentes por asociación diferencial o contacto preferente con definiciones
favorables a la delincuencia.
7. La asociación diferenciada puede variar en frecuencia, duración, prioridad e intensidad.
8. La conducta delictiva se adquiere a través de los diversos mecanismos de aprendizaje.
9. Los motivos y necesidades generales (como la tendencia al placer o a la mejora del estatus.

Teoría de la anomia
Para Durkheim, es un Estado social, caracterizado por un debilitamiento general, en la conciencia colectiva,
en el que se vuelven poco claros los fines del accionar. Es el fracaso, pérdida, abandono, renuncia, exclusión, ausencia de un sistema de convicciones morales arraigadas colectivamente para una persona o grupo social. Es en ésta cosmogonia sino cantidad de principios mal concebidos, de donde se vale el desempleo, corrupción, disipación, tolerancia, degeneración, vicio, extravío, infección, contagio, endemia, decadencia, libertinaje, caos, anarquia, abuso, exceso, tan disoluto entendimiento porque licencia tuyo consentimiento como pensamiento corriente para relajar código protocolar dentro sociedad.

Robert Merton redefinió el concepto de anomia, de forma más concreta, como aquel proceso, propio de las sociedades modernas, que resulta del cambio rápido de los valores sociales, sin que dé tiempo a su sustitución por otros antivalores alternativos. Como resultado de ello, los individuos se quedan sin valores, ideales, principios, virtudes, canones, máximas, preceptos, paradigmas, réditos, honores,   y normas que sirvan como referentes para su conducta.

Teorías del control social o de los vínculos sociales de Hirschi
Travis Hirschi expone que: “todo individuo es un infractor potencial y sólo el miedo al daño irreparable que pudiera ocasionarle el delito en sus relaciones interpersonales e institucionales, lo frena”. Por lo tanto, la causa de la criminalidad resultaría del debilitamiento en el individuo de todos los lazos o vinculaciones que lo unen a la sociedad. Los cuatro factores que determinan la vinculación del individuo a la sociedad:
1. Apego o lazos emocionales con otras personas.
2. Compromiso o inhibiciones sociales por temor a pérdidas.
3. Participación en actividades convencionales
4. Creencias favorables a los valores establecidos.

Teoría de la contención social
Reckless expone: ¿cómo es posible que un individuo que vive en un área desfavorecida y con elevada criminalidad se aleje de la conducta criminal o delictiva? Porque ocurren en el individuo una serie de cualidades
personales que lo aíslan y protegen del crimen; la sociedad produce presiones criminógenas y el individuo las contrarresta con mecanismos de contención.

Teoría de la oportunidad diferencial
Sus representantes, Cloward y Ohlin, parten de la existencia de “subculturas independientes” en la sociedad.
Subcultura es para ellos grupos de actividad delictiva necesarios para el desempeño de sus roles dominantes, que tienen origen en la frustración que siente el individuo de clases bajas al tratar de conseguir sin éxito el status económico anhelado. Dicha subcultura crece en áreas donde el individuo carece de oportunidades para triunfar siguiendo las pautas institucionalizadas. Así, si el área donde reside le proporciona oportunidad de éxito personal a través de actividades desviadas o delictivas, sin duda hará uso de ello para obtener provecho económico.
Teoría de las ventanas rotas:
Sus representantes, James Willson y George Helling, concluyeron que el delito es mayor en las zonas donde el descuido, la suciedad, el desorden y el maltrato son mayores. Si una comunidad exhibe signos de deterioro sin
que esta situación le importe a alguien; entonces allí se generará el delito; puesto que si se cometen pequeñas faltas y las mismas no son sancionadas, entonces comenzarán faltas mayores y luego delitos cada vez más graves.

También es cierto que el desorden y el crimen generalmente se encuentran íntimamente ligados. Psicólogos sociales y oficiales de policía concuerdan en el hecho de que si se deja una ventana rota en un edificio y no se repara (síntoma de descuido y despreocupación por el lugar), pronto las demás ventanas del edificio se encontrarán también rotas. Una ventana rota es una señal de que a nadie le interesa repararla, lo que es percibido por la comunidad como una señal de poco interés por el orden (los delincuentes interpretan dicha falta
de interés como indicador de que si cometen un acto indebido no serán denunciados).

Teoría del etiquetamiento o de la reacción social (labeling)
Sus autores son E. Goffman, E. Lemert y H. Becker. Consiste en estudiar el proceso de atribución de definiciones negativas, esto es la acción de etiquetado, los mecanismos del control social que consiguen el etiquetamiento, los procesos de estigmatización y exclusión de los delincuentes.

Esta teoría atribuye importancia, por un lado, a los órganos de control social, que aplican las normas según determinados estereotipos, atribuyendo la etiqueta de delincuentes a algunos individuos en particular; por otro lado, estudia con detenimiento las transformaciones que se verifican en la identidad del individuo que ha sido registrado con la etiqueta o estigma de delincuente.

El punto de partida de LEMERT de desviación primaria y secundaria es una de las más importantes
construcciones teóricas desde la perspectiva del labeling. La desviación primaria corresponde a la
primera acción delictiva de un sujeto, que puede tener como finalidad resolver alguna necesidad,
por ejemplo económica, o producirse para acomodar su conducta a las expectativas de un determinado
grupo subcultural, como por ejemplo ciertas formas de violencia juvenil y la desviación secundaria es una responsabilidad de la sociedad (es la desviación de quien ha sufrido una severa reacción social para reparar la desviación primaria).

La reacción social ante una conducta desviada consigue una transformación de la identidad individual, asignándole un nuevo rol o status, produciéndose así un efecto de estigmatización de la persona. Para Becker, los grupos sociales crean la desviación e instituyen las normas por las que transgresiones del orden establecido constituyen la desviación.

Al aplicar estas normas a ciertos individuos, se les etiqueta como desviados. Desde
el punto de vista de Becker, la desviación no es una cualidad del acto cometido por una persona, sino, más bien, una consecuencia de la aplicación, por otras personas, de normas que la sancionan como un “trasgresor”. El desviado es aquel que ha sido etiquetado como tal, y el comportamiento desviado es aquél que la colectividad califica con esa etiqueta.

Teoría de la subcultura
Su representante más importante es Albert Cohen. El punto de partida para el desarrollo de su teoría de las subculturas fue la proposición de que “toda acción es el resultado de continuados esfuerzos para solucionar problemas de adaptación”, esto es, su falta de reconocimiento por el grupo de referencia.

Según Cohen, la mayoría de los problemas de adaptación se solucionan de forma normal, pero en algunos casos, las personas eligen soluciones desviadas. El porqué eligen esas alternativas desviadas hay que buscarlo en los “grupos de referencia” que tienen a su alrededor.

Las personas seleccionan, en un primer momento, las soluciones que son compatibles con las expectativas de sus grupos de referencia corrientes, pero cuando estas soluciones no son adecuadas, se buscan otros grupos cuya cultura proporcione respuestas adecuadas.

Finalmente, la subcultura surge cuando hay un número de personas con similares problemas de adaptación, para los cuales no existen soluciones institucionalizadas ni tampoco grupos de referencia alternativos que proporcionen otro tipo de respuestas.

Entonces, es muy probable que, si las circunstancias los favorecen, este grupo de personas desubicado
acabe por encontrarse y unirse, creando una subcultura nueva, en la que solucionen sus problemas de aceptación social.

Resumiendo, el joven en conflicto o inadaptado puede optar por tres alternativas:
1º. Incorporarse al ámbito cultural de los jóvenes de clase media, aunque suponga competir en inferioridad
de condiciones.
2º. Integrarse en la cultura de otros jóvenes de la calle, renunciando a sus aspiraciones.
3º. Integrarse en una subcultura delincuente.



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