OBJETO de la Criminología es
múltiple, pues ella se ocupa del estudio:
- Del delito (su
etiología, punición, ánimo, razón, control y prevención).
- Del delincuente (su
personalidad y tratamiento).
- De la delincuencia (su
prevención, predicción y medida).
- De los menores
infractores (culpa, ley, cargo, medida, responsabilidad, proceso, norma,
aplicación).
- De la víctima y su
papel en el delito.
- Del pauperismo sino
anomalía social estudio de los llamados estados criminógenos.
- Del suicidio,
homicidio, muerte, asistencia, asesinato, holocausto, inmolación.
- Del exegético ora
formación de las leyes,
- Del
funcionamiento de la administración de justicia
- Del sistema penal en general.
- Del
crimen, determinación causal del delito, prevención del delito, predicción y
medida de la criminalidad;
- Del
órgano jurisdiccional, administración pública, establecimiento institucional,
organización judicial
- Del
recinto penitenciario, carcel, presidio, condena, prisión, medida cautelar,
sanción.
- Del complejo psicológico, implicaciones,
tecnicismo, grado de instrucción, cosmogonia, creencia cultural.
- Del Estudio, especies
delictivas.
- Del imputable,
indicación, culpabilidad, causas de exclusión (atenuante, agravante, eximente).
- Del autor, complice,
esquema, maquinación, flagrancia, testigo, víctima.
- Del repudio, formas de
la reacción social (castigo, tabú, censura, justicia, represión, purga, lapida).
- Del Suplicio, pesar, penas, tortura,
infamia, latrocinio, martirio, azote, golpe, plaga, destierro, aislamiento.
- Del perdón, indulto, amnistía, paraíso,
impunidad, consuelo, expiación, confiscación, embargo, secuestro.
- Del hospicio, correccional, albergue,
orfanato, asilo, internado, reformatorio, beneficiencia.
- Del delito (su
etiología, punición, ánimo, razón, control y prevención).
criminología es la
ciencia que estudia el comportamiento y la reacción social frente al mismo.
Según ello, el objeto de estudio y el espacio científico de la criminología resulta
de la intersección entre dos dimensiones: una de acción y otra valorativa, de
aceptación o rechazo de ciertos comportamientos.
política criminal y
las leyes penales son el resultado del conflicto, resuelto de manera pacífica y
democrática entre los intereses de distintos grupos de presión que conviven en
la sociedad.
mecanismos de
control social informal, integrados por la generalidad de los ciudadanos,
juegan el papel más importante en la preservación de la delincuencia.
1. Las acciones humanas –también las
delictivas– tienen en esencia el logro del placer y la evitación del dolor. En
ello radica el principio de utilidad del comportamiento.
2. Todos los seres humanos tienen, por
principio, las capacidades suficientes de decidir sobre sus actos, incluidos
los delictivos.
3. Cuando alguien realiza un delito es
debido a los beneficios placenteros que espera obtener de su acción.
4. La finalidad principal de la justicia
penal es compensar o contrarrestar mediante un castigo los beneficios que el
delincuente espera obtener del delito. Por tanto, la pena debe implicar un
perjuicio de mayor entidad que el beneficio del delito.
5. Procediendo de esta manera, y asociando
al delito males mayores que los bienes que produce, cabría esperar que los
ciudadanos no delincan y, también, que aquéllos que ya han delinquido no
repitan su acción (reincidencia delictiva, insidia, introspección, dedicación,
renegado, rebeldía). En otras palabras, se buscan dos resultados: primero, que
el conjunto de los ciudadanos tenga motivos suficientes para no delinquir,
porque los males son muchos; y, segundo, que los que ya lo hayan hecho anteriormente
cuenten con la experiencia del castigo para no volver a cometer ningún delito.
La doctrina penal denomina el principio de estos propósitos como “prevención general”;
y el segundo como “prevención especial sobre el delincuente”.
1. El comportamiento delictivo no es
elegido (anomalia por causas biológicas, alteración psicológica, entorno
societario, concepciones económicas, fortuna).
2. El comportamiento es previsible (peligrosidad),
detectable (determinante), curable (tratamiento).
3. Defensa social (segregación) + procedimiento
(prevención especial).
4. El delincuente curado se vuelve
“”normal” y se reintegra al orden social (reinserción).
5. El orden social se compone de personas
normales (aptas) y conformes.
6. Restitución del
orden jurídico tutelado, reposición al estado original, restablecimiento de garantías,
compensación del daño, preservación de prevalencia, reconstitución
indemnizatoria.
Teoría
de la asociación diferencial
Su
más importante exponente fue Edwin Sutherland, quien expone que el crimen no se
hereda, ni se inventa, ni se imita: SE APRENDE. Resume su teoría en nueve (9)
proposiciones:
1.
La conducta delictiva es aprendida.
2.
Se aprende en interacción comunicativa con otros.
3.
En grupos íntimos.
4.
Incluye el aprendizaje de las técnicas y motivos para delinquir.
5.
Los motivos se aprenden a partir de las definiciones de los otros inclinados
hacia violación de las leyes.
6.
Los individuos se convierten en delincuentes por asociación diferencial o
contacto preferente con definiciones
favorables
a la delincuencia.
7.
La asociación diferenciada puede variar en frecuencia, duración, prioridad e
intensidad.
8.
La conducta delictiva se adquiere a través de los diversos mecanismos de
aprendizaje.
9.
Los motivos y necesidades generales (como la tendencia al placer o a la mejora
del estatus.
Teoría
de la anomia
Para
Durkheim, es un Estado social, caracterizado por un debilitamiento general, en
la conciencia colectiva,
en
el que se vuelven poco claros los fines del accionar. Es el fracaso, pérdida,
abandono, renuncia, exclusión, ausencia de un sistema de convicciones morales
arraigadas colectivamente para una persona o grupo social. Es en ésta
cosmogonia sino cantidad de principios mal concebidos, de donde se vale el
desempleo, corrupción, disipación, tolerancia, degeneración, vicio, extravío,
infección, contagio, endemia, decadencia, libertinaje, caos, anarquia, abuso,
exceso, tan disoluto entendimiento porque licencia tuyo consentimiento como
pensamiento corriente para relajar código protocolar dentro sociedad.
Robert
Merton redefinió el concepto de anomia, de forma más concreta, como aquel
proceso, propio de las sociedades modernas, que resulta del cambio rápido de
los valores sociales, sin que dé tiempo a su sustitución por otros antivalores
alternativos. Como resultado de ello, los individuos se quedan sin valores,
ideales, principios, virtudes, canones, máximas, preceptos, paradigmas,
réditos, honores, y normas que sirvan como referentes para su
conducta.
Teorías
del control social o de los vínculos sociales de Hirschi
Travis
Hirschi expone que: “todo individuo es un infractor potencial y sólo el miedo
al daño irreparable que pudiera ocasionarle el delito en sus relaciones interpersonales
e institucionales, lo frena”. Por lo tanto, la causa de la criminalidad
resultaría del debilitamiento en el individuo de todos los lazos o
vinculaciones que lo unen a la sociedad. Los cuatro factores que determinan la
vinculación del individuo a la sociedad:
1.
Apego o lazos emocionales con otras personas.
2.
Compromiso o inhibiciones sociales por temor a pérdidas.
3.
Participación en actividades convencionales
4.
Creencias favorables a los valores establecidos.
Teoría
de la contención social
Reckless
expone: ¿cómo es posible que un individuo que vive en un área desfavorecida y
con elevada criminalidad se aleje de la conducta criminal o delictiva? Porque
ocurren en el individuo una serie de cualidades
personales
que lo aíslan y protegen del crimen; la sociedad produce presiones criminógenas
y el individuo las contrarresta con mecanismos de contención.
Teoría
de la oportunidad diferencial
Sus
representantes, Cloward y Ohlin, parten de la existencia de “subculturas
independientes” en la sociedad.
Subcultura
es para ellos grupos de actividad delictiva necesarios para el desempeño de sus
roles dominantes, que tienen origen en la frustración que siente el individuo
de clases bajas al tratar de conseguir sin éxito el status económico anhelado. Dicha
subcultura crece en áreas donde el individuo carece de oportunidades para
triunfar siguiendo las pautas institucionalizadas. Así, si el área donde reside
le proporciona oportunidad de éxito personal a través de actividades desviadas
o delictivas, sin duda hará uso de ello para obtener provecho económico.
Teoría
de las ventanas rotas:
Sus
representantes, James Willson y George Helling, concluyeron que el delito es mayor
en las zonas donde el descuido, la suciedad, el desorden y el maltrato son
mayores. Si una comunidad exhibe signos de deterioro sin
que
esta situación le importe a alguien; entonces allí se generará el delito;
puesto que si se cometen pequeñas faltas y las mismas no son sancionadas, entonces
comenzarán faltas mayores y luego delitos cada vez más graves.
También
es cierto que el desorden y el crimen generalmente se encuentran íntimamente
ligados. Psicólogos sociales y oficiales de policía concuerdan en el hecho de
que si se deja una ventana rota en un edificio y no se repara (síntoma de
descuido y despreocupación por el lugar), pronto las demás ventanas del
edificio se encontrarán también rotas. Una ventana rota es una señal de que a nadie
le interesa repararla, lo que es percibido por la comunidad como una señal de
poco interés por el orden (los delincuentes interpretan dicha falta
de
interés como indicador de que si cometen un acto indebido no serán
denunciados).
Teoría
del etiquetamiento o de la reacción social (labeling)
Sus
autores son E. Goffman, E. Lemert y H. Becker. Consiste en estudiar el proceso
de atribución de definiciones negativas, esto es la acción de etiquetado, los
mecanismos del control social que consiguen el etiquetamiento, los procesos de estigmatización
y exclusión de los delincuentes.
Esta
teoría atribuye importancia, por un lado, a los órganos de control social, que
aplican las normas según determinados estereotipos, atribuyendo la etiqueta de
delincuentes a algunos individuos en particular; por otro lado, estudia con
detenimiento las transformaciones que se verifican en la identidad del
individuo que ha sido registrado con la etiqueta o estigma de delincuente.
El
punto de partida de LEMERT de desviación primaria y secundaria es una de las
más importantes
construcciones
teóricas desde la perspectiva del labeling. La desviación primaria corresponde
a la
primera
acción delictiva de un sujeto, que puede tener como finalidad resolver alguna
necesidad,
por
ejemplo económica, o producirse para acomodar su conducta a las expectativas de
un determinado
grupo
subcultural, como por ejemplo ciertas formas de violencia juvenil y la
desviación secundaria es una responsabilidad de la sociedad (es la desviación
de quien ha sufrido una severa reacción social para reparar la desviación
primaria).
La
reacción social ante una conducta desviada consigue una transformación de la
identidad individual, asignándole un nuevo rol o status, produciéndose así un
efecto de estigmatización de la persona. Para Becker, los grupos sociales crean
la desviación e instituyen las normas por las que transgresiones del orden
establecido constituyen la desviación.
Al
aplicar estas normas a ciertos individuos, se les etiqueta como desviados.
Desde
el
punto de vista de Becker, la desviación no es una cualidad del acto cometido
por una persona, sino, más bien, una consecuencia de la aplicación, por otras
personas, de normas que la sancionan como un “trasgresor”. El desviado es aquel
que ha sido etiquetado como tal, y el comportamiento desviado es aquél que la
colectividad califica con esa etiqueta.
Teoría
de la subcultura
Su
representante más importante es Albert Cohen. El punto de partida para el
desarrollo de su teoría de las subculturas fue la proposición de que “toda
acción es el resultado de continuados esfuerzos para solucionar problemas de
adaptación”, esto es, su falta de reconocimiento por el grupo de referencia.
Según
Cohen, la mayoría de los problemas de adaptación se solucionan de forma normal,
pero en algunos casos, las personas eligen soluciones desviadas. El porqué
eligen esas alternativas desviadas hay que buscarlo en los “grupos de
referencia” que tienen a su alrededor.
Las
personas seleccionan, en un primer momento, las soluciones que son compatibles con
las expectativas de sus grupos de referencia corrientes, pero cuando estas
soluciones no son adecuadas, se buscan otros grupos cuya cultura proporcione
respuestas adecuadas.
Finalmente,
la subcultura surge cuando hay un número de personas con similares problemas de
adaptación, para los cuales no existen soluciones institucionalizadas ni
tampoco grupos de referencia alternativos que proporcionen otro tipo de
respuestas.
Entonces,
es muy probable que, si las circunstancias los favorecen, este grupo de
personas desubicado
acabe
por encontrarse y unirse, creando una subcultura nueva, en la que solucionen
sus problemas de aceptación social.
Resumiendo,
el joven en conflicto o inadaptado puede optar por tres alternativas:
1º.
Incorporarse al ámbito cultural de los jóvenes de clase media, aunque suponga
competir en inferioridad
de
condiciones.
2º.
Integrarse en la cultura de otros jóvenes de la calle, renunciando a sus
aspiraciones.
3º.
Integrarse en una subcultura delincuente.
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